WILMAR HARLEY CASTILLO AMOROCHO En los territorios campesinos agroalimentarios se crean nuevas relaciones de poder São Paulo - SP 2023 WILMAR HARLEY CASTILLO AMOROCHO En los Territorios Campesinos Agroalimentarios se crean nuevas relaciones de poder Disertación presentada al Programa de Posgrado en Desarrollo Territorial en América Latina y el Caribe (TerritoriAL), del Instituto de Políticas Públicas y Relaciones Internacionales (IPPRI) de la Universidad Estadual Paulista “Júlio de Mesquita Filho” (Unesp), como exigencia para obtener el título de Maestro en Geografía, en el área de “Desarrollo territorial”, en la línea de investigación: Territorio, Educación y Cultura. Dissertação apresentada ao Programa de Pós- graduação em Desenvolvimento Territorial na América Latina e Caribe (TerritoriAL), do Instituto de Políticas Públicas e Relações Internacionais (IPPRI) da Universidade Estadual Paulista “Júlio de Mesquita Filho” (Unesp), como exigência para obtenção do título de Mestre em Geografia, na área de concentração “Desenvolvimento territorial”, na linha de pesquisa: Território, Educação e Cultura. Orientadora: Silvia Beatriz Adoue. São Paulo - SP 2023 mailto:silvia.adoue@unesp.br UNIVERSIDADE ESTADUAL PAULISTA Unidade Complementar - São Paulo ATA DA DEFESA PÚBLICA DA DISSERTAÇÃO DE MESTRADO DE WILMAR HARLEY CASTILLO AMOROCHO, DISCENTE DO PROGRAMA DE PÓS- GRADUAÇÃO EM DESENVOLVIMENTO TERRITORIAL NA AMÉRICA LATINA E CARIBE, DO INSTITUTO DE POLÍTICAS PÚBLICAS E RELAÇÕES INTERNACIONAIS - UNIDADE COMPLEMENTAR - SÃO PAULO. Aos 30 dias do mês de março do ano de 2023, às 09:00 horas, por meio de Videoconferência, realizou-se a defesa de DISSERTAÇÃO DE MESTRADO de WILMAR HARLEY CASTILLO AMOROCHO, intitulada ”En los Territorios Campesinos Agroalimentarios se crean nuevas relaciones de poder”. A Comissão Examinadora foi constituida pelos seguintes membros: Profa. Dra. SILVIA BEATRIZ ADOUE (Orientador(a) - Participação Virtual) do(a) Departamento de Letras Modernas/ UNESP - Faculdade de Ciências e Letras de Araraquara, Prof. Dr. PAULO ROBERTO RAPOSO ALENTEJANO (Participação Virtual) do(a) Departamento de Geografia / Universidade do Estado do Rio de Janeiro, Prof. Dr. HERNÁN DARÍO PINEDA GÓMEZ (Participação Virtual) do(a) . / Universidad de Antioquia. Após a exposição pelo mestrando e arguição pelos membros da Comissão Examinadora que participaram do ato, de forma presencial e/ou virtual, o discente recebeu o conceito final: APROVADO . Nada mais havendo, foi lavrada a presente ata, que após lida e aprovada, foi assinada pelo(a) Presidente(a) da Comissão Examinadora. Profa. Dra. SILVIA BEATRIZ ADOUE AGRADECIMIENTOS Este trabajo está dedicado al pueblo colombiano y a los pueblos del sur mundial que llevan un mundo nuevo en los corazones. A mi familia de conspiraciones que sin importar la trocha, no dejamos de avanzar. A mi mamá, papá y hermano que son ejemplo integral. También para quienes aportaron su paciencia, conocimiento y experiencia en el desarrollo de este trabajo. RESUMEN El presente trabajo busca analizar la materialización del Poder Popular en el Territorio Campesino Agroalimentario del Macizo Colombiano (TECAM) que impulsa el Coordinador Nacional Agrario (CNA), de Colombia, en el sur occidente del país. Los varios territorios agroalimentarios impulsados por el CNA son una propuesta política centrada en la Reforma Agraria Popular, Soberanía alimentaria y Vida Digna. Para este estudio, se han realizado entrevistas a líderes y liderezas del campesinado. Y se problematiza sobre la construcción de autonomía en un contexto de un Estado nacional, y una sociedad envolvente cuyas relaciones están determinadas por la hegemonía del mercado y el capital. Palabras clave: Colombia; Territorio Campesino Agroalimentario; Poder Popular; Plan de Vida. RESUMO Este documento procura analisar a materialização do Poder Popular no Território Agroalimentar Camponês do Maciço Colombiano (TECAM) promovido pela Coordenadora Nacional Agrária da Colômbia (CNA) no sudoeste do país. Os diversos territórios agroalimentares promovidos pela CNA são uma proposta política centrada na Reforma Agrária Popular, na Soberania Alimentar e na Vida Dignificada. Para este estudo, foram realizadas entrevistas com líderes camponeses. A construção da autonomia no contexto de um Estado nacional e de uma sociedade envolvente cujas relações são determinadas pela hegemonia do mercado e do capital é problematizada. Palavras-chave: Colômbia; Território Campesino Agroalimentário; Poder Popular; Plano para a Vida. ABSTRACT This paper seeks to analyze the materialization of Popular Power in the Peasant Agrifood Territory of the Colombian Massif (TECAM) promoted by the National Agrarian Coordinator (CNA) of Colombia, in the southwest of the country. The various agrifood territories promoted by the CNA are a political proposal focused on Popular Agrarian Reform, Food Sovereignty and Dignified Life. For this study, interviews were conducted with peasant leaders. And the construction of autonomy in a context of a national state and an enveloping society whose relations are determined by the hegemony of the market and capital is problematized. Key words: Colombia; Agrifood Peasant Territory; Popular Power; Plan of Life. LISTA DE ILUSTRAÇÕES Figura 1- Movilización de la ANUC………………………………………………………. 17 Figura 2- Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías……………………....... 20 Figura 3- Mercado campesino con cosecha de comunidades del CIMA………………....... 24 Figura 4- Pagamento y mojoneo………………………………………………………….... 34 Figura 5- Biblioteca de semillas tradicionales del departamento de Nariño………………. 39 Mapa 1- Proyección de los TECA en el país……………………………………………… 28 Mapa 2- Territorio Campesino Agroalimentario del Macizo……………………………... 30 Figura 6- Marcha en apoyo al gobierno nacional del Pacto Histórico …………………….. 41 Figura 7- Mándala interétnica……………………………………………………………… 43 Figura 8- Paro nacional del 28 de abril del 2021………………………………………...… 46 Figura 9- Ahuyama cultivada en el TECAM…..…………………………………………... 50 Figura 10- Declaración del TECAM………………………………………………………... 52 Figura 11- Baile tradicional campesino……………………………………………………... 54 Figura 12- Taller de formación sobre derechos del campesinado…………………………... 56 Figura 13- Guardia campesina del CIMA…………………………………………………… 59 LISTA DE ABREVIATURAS Y SIGLAS ACACEVA Asociación Campesina del Centro del Valle del Cauca ADUC Asociación Departamental de Usuarios Campesinos de Arauca ANUC Asociación Nacional de Usuarios Campesinos ASOAGRARIA Asociación Agraria del Huila ASOPEMA Asociación de Pequeños y Medianos Agricultores CDP Congreso de los Pueblos CIMA Comité de Integración del Macizo Colombiano CISCA Comité de Integración Social del Catatumbo CLOC Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CNA Coordinador Nacional Agrario FEDEAGROMISBOL Federación Agrominera del Sur del Bolívar GC Guardia Campesina LVC La Vía Campesina PV Plan de Vida TECA Territorio Campesino Agroalimentario TECAM Territorio Campesino Agroalimentario de Vida, Agua y Dignidad TLC Tratado de Libre Comercio ÍNDICE 1 INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………. 10 2 HISTORIA DEL COORDINADOR NACIONAL AGRARIO……………………. 15 2.1 ¿Cómo se articula el CNA con el Congreso de los Pueblos?...................................... 18 2.2 ¿Qué son los TECA y los Planes de Vida?.................................................................. 22 3 TERRITORIO CAMPESINO AGROALIMENTARIO AGROAMBIENTAL DE VIDA, AGUA Y DIGNIDAD EN EL NORTE DE NARIÑO Y SUR DEL CAUCA O TECA DEL MACIZO…………………………………………………... 29 3.1 Economía campesina, juventud campesina y gobierno propio……………………. 34 3.2 Autonomía y soberanía………………………………………………………………. 42 3.3 La influencia del Paro Nacional en las comunidades del TECAM………………... 46 4 ¿CÓMO ESTÁN LOS TECA HOY?........................................................................... 49 4.1 Conceptos clave del poder popular………………………………………………….. 51 4.2 El TECAM y el poder popular………………………………………………………. 55 5 CONSIDERACIONES FINALES………………………………………………………………………………. 60 REFERENCIAS………………………………………………………………………. 63 10 1 INTRODUCCIÓN Las luchas estrictamente campesinas en Colombia se remontan desde la mitad del siglo XIX y durante todo el siglo XX, siendo la posesión y uso de la tierra el conflicto principal entre este sector y la clase terrateniente (CELY, 2020). Existen antecedentes en la construcción de territorialidad campesina, con el ánimo de garantizar apoyo y capacitación técnica agropecuaria, asistencia veterinaria por parte del Estado en los predios que el campesinado iba recuperando por medio de la organización y movilización (PÉREZ, 2010). Teniendo esta experiencia en el ADN campesino, el Coordinador Nacional Agrario (CNA) retoma la construcción de territorialidad campesina y la recuperación de la tierra como ejes estratégicos de la lucha campesina. El CNA nace en 1997 durante el primer Foro Agrario Nacional, con la participación de las organizaciones campesinas: Asociación de Pequeños y Medianos Agricultores, Asociación Campesina de Antioquia, Asociación Campesina del Centro del Valle, Asociación de Departamental de Usuarios Campesinos de Arauca, Comité de Integración del Macizo Colombiano, Federación Agrominera del Sur de Bolívar. Estas organizaciones venían de paros nacionales y regionales exigiendo soluciones a la crisis cafetera y agraria producto del neoliberalismo impuesto por los gobiernos de la década de los 90´, identificando que la unión de las luchas garantizaría mayor contundencia en el alcance de los objetivos políticos y reivindicativos como sector campesino colombiano.1 En la cuarta asamblea nacional del CNA hecha en noviembre del 2013, se acuerda construir la territorialidad campesina propia bajo el nombre de Territorio Campesino Agroalimentario (TECA) en las zonas del país donde hace presencia la organización. los TECA son territorios pensados, habitados y organizados por las familias, comunidades y organizaciones campesinas orientados por el Plan de Vida (PV), que a su vez funciona como la hoja de ruta política, organizativa, de movilización y convivencia comunitaria de la comunidad campesina que apropia los procesos organizativos, sociales, políticos, económicos y culturales como parte esencial de su forma de vida colectiva (CNA, 2015). 1 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 11 Este trabajo dialogará con los protagonistas del TECA Agroambiental de Vida, Agua y Dignidad en el norte de Nariño y sur del Cauca (TECAM), declarado el 25 de noviembre del 2016 (SOY CAMPESINO, 2023), siendo el primer TECA formalizado ante el país. Lo conforman 16 municipios distribuidos entre el norte del departamento de Nariño y en el sur del departamento del Cauca, que se ubican sobre el macizo colombiano y es el punto de la Cordillera de los Andes que en Colombia se divide en Cordillera Central y Oriental, y en donde nacen los ríos Cauca, Magdalena (que atraviesan al país de sur a norte), Patía, Putumayo y Saldaña, que riegan las tierras de los departamentos de Caquetá, Huila, Tolima y Valle del Cauca en el suroccidente colombiano. Ahora bien, la intención de este trabajo es analizar la construcción y concepción del Poder Popular a partir de sus prácticas colectivas, convivencia diaria, movilización y demás ejes que constituyen el PV del TECAM. Junto a esto es necesario reconocer en estas comunidades campesinas organizadas los cambios sociales y espaciales llevados a cabo por su forma de vivir en el territorio, su relacionamiento con la naturaleza y con la comunidad rural/urbana que vive en los mismos municipios del departamento de Nariño donde se ubica el TECAM, pero no hacen parte ni de la figura territorial campesina ni del PV. Dichos cambios sociales y territoriales se caracterizan por la construcción de estructuras físicas como una biblioteca de semillas tradicionales, que tiene como objetivo la recuperación de este conocimiento ancestral y propiciar la formación en su cuidado y preservación. Las huertas caseras también juegan un papel importante en la transformación del territorio, porque deja de predominar el monocultivo del café en el paisaje para diversificarse con plátano, yuca, gallinas, cuyes y otras especies que alimentan a las familias que sostienen estos pequeños cultivos, en manos de la juventud campesina recae este cultivo diversificado de autosostenimiento para también evitar su destierro de la finca para buscar trabajo o cursar una carrera profesional en las ciudades. La protección de lagunas, ríos, nacederos, montañas y demás bienes naturales que están en el TECAM, se consolida entre las prácticas colectivas y cotidianas de estas comunidades campesinas para seguir garantizando la vida en el macizo y en el país. Esta mención general de los cambios sociales y espaciales en el TECAM pretende dar ejemplos del ordenamiento territorial popular que el campesinado macizeño sigue desarrollando. 12 Así, este trabajo académico se adentra en las formas de vida campesinas que no se limitan a cultivar alimentos, sino que incluyen la organización del territorio a partir de su historia de luchas e intereses comunitarios de vida digna, que claramente no es compatible con el tipo de Estado ni con el modelo económico impuestos en Colombia desde 1810. Me alegra saber que hago parte de un esfuerzo colectivo para cualificar la construcción de los TECA que impulsa el CNA, ya que el campesinado lleva a cuestas una doble pelea histórica: por lograr su territorialidad propia (esencialmente anti-capitalista) y por ser reconocido como sujeto político de derechos. Existen cuatro trabajos de posgrado centrados en el TECAM (MUÑOZ, 2017; GARZÓN, 2018; SALAMANCA, 2019; JIMÉNEZ, 2018) que ayudan a ampliar la mirada, el contexto y las reflexiones sobre el poder popular que concierne a este trabajo. Así mismo, las categorías de Isabel Rauber (2011): Construcción, proceso y transición, democracia raizal, disputa del sentido, interconstitución de poder, sujeto y proyecto, que hacen parte de su teorización sobre el poder popular serán las que usaré como referencia para analizar las prácticas colectivas, los cambios sociales y territoriales que se han venido desarrollando en el TECAM. Con respecto a lo territorial, es necesario reflexionar en este trabajo cómo el campesinado se apropia el espacio (Lefebvre, 2013) y su producción en medio de la sociedad junto a la naturaleza. También es preciso reconocer el conflicto como parte intrínseca de la territorialidad y la territorialización (Raffestin, 2011), ya que la existencia del territorio trae consigo el interrelacionamiento conflictivo de las territorialidades que construyen las comunidades y la que impone el capitalismo. Debido a que el TECAM tensiona la relación con el Estado colombiano al tiempo que se enfrenta a la acumulación por desposesión del capital (Harvey, 2005). Tratamos, por lo tanto, de diferentes territorios superpuestos (Agnew & Oslender, 2010). Con lo anterior, se reflexionará sobre la autonomía (PETER & PINHEIRO, 2021; HABERMAS, 1989) del TECAM y las expresiones de soberanía alimentaria (STEDILE & CARVALHO, 2023) y territorial a partir de lo que aportan las entrevistas a los liderazgos del TECAM, al preguntarles por su definición de estos conceptos. No hay que perder de vista que las autonomías construidas, percibidas y pensadas por los pueblos del sur se realizan dentro del contexto de un Estado nacional, donde el mercado y el capital imponen el tipo de sociedad, por lo que el conflicto con dicha sociedad, Estado, mercado y capital son un elemento transversal en la construcción de un proceso autonómico de carácter popular. 13 Estas campesinas y campesinos cumplen el rol de liderar el TECAM, el PV y también al Comité de Integración del Macizo Colombiano (CIMA) en los ejes de mujeres, jóvenes, economía propia, Junta Nacional del CNA y vocería departamental y nacional del TECAM, por lo que las entrevistas fueron semi-estructuradas para poder ampliar el margen de preguntas cuando mencionaran un tema de interés para la investigación, pero que no estuviera contemplado en el cuestionario inicial. En el primer capítulo se tratará la historia del nacimiento del CNA, cómo está estructurado y a su vez cómo se articula con el movimiento social y político Congreso de los Pueblos (CDP), cuya historia y estructura organizativa también será explicada para entender el aporte agrario del CNA a los ejes temáticos que conforman los mandatos del CDP. El segundo capítulo explicará el TECA como figura territorial, los motivos que llevaron al CNA a empezar a construirlo, describiendo los aspectos geográficos, económicos y demográficos del departamento donde está el TECAM, así como la descripción del TECAM en sí para tener en cuenta como su realidad particular. Seguidamente se abordarán los ejes de lucha del PV del TECAM que se materializa desde su declaración, realizando entrevistas a los liderazgos campesinos que hacen parte del CIMA, organización campesina del CNA que impulsa este TECA. Aquí los conflictos con el Estado, multinacionales y otros actores de la sociedad se incluirán, debido a que el conflicto por el territorio es un factor transversal e histórico del campesinado organizado en el CNA. Además se tratará de lo que el campesinado del TECAM entiende por autonomía, que se fundamenta en la historia de las luchas políticas-reivindicativas, la experiencia organizativa, la construcción de conocimiento propio-práctico y la soberanía alimentaria de la comunidad del TECAM. Durante la recolección de la información por medio de las entrevistas se dio el paro nacional en Colombia, en el año 2021, haciendo que el CNA participara de esta jornada nacional de protestas. El CIMA también salió a las calles de Nariño y Cauca, junto a otras organizaciones del campo y las ciudades, dejando como resultado organizativo y político la articulación entre los jóvenes habitantes urbanos con el CIMA bajo agendas formativas. El desarrollo de esta experiencia también hace parte del capítulo dos, para analizar la influencia del paro nacional en el TECAM. 14 Por último, en el tercer capítulo se expondrán los cambios territoriales que el TECAM ha logrado tener en los municipios y veredas2 donde está establecido. Lograr identificar los cambios en lo social, económico, ideológico, espacial, ético, familiar-comunitario y otros aspectos en que hayan logrado transformaciones acordes al PV del TECAM. Para terminar, el TECAM no es el único TECA declarado en el país. En el departamento de Arauca (ubicado al oriente del país, en frontera con la República Bolivariana de Venezuela) se han declarado tres TECA, en los municipios de Saravena, Fortul y Arauquita y el TECA que está en este último municipio. Iba a ser parte de este trabajo, pero, por el conflicto armado, no se pudo incluir, ya que la vida de las comunidades y los liderazgos campesinos se encuentran en peligro permanente, haciendo que una conversación por celular ponga en riesgo la vida del compañero/a. Otra dificultad fue el COVID-19, que hizo imposible el encuentro presencial con esta comunidad. A pesar de esta restricción en el objeto de estudio de la presente investigación, no modifica su relevancia para el CNA. Porque la pretensión de ordenar el territorio desde la forma de vida campesina requiere ahondar en las reflexiones teórico-prácticas de este objetivo político, para cualificar las figuras territoriales que emprende de facto el campesinado del CNA. Con el ánimo de ir consolidando posturas políticas e ideológicas sobre la territorialidad campesina, su importancia para la vida en general de Colombia y el mundo, en especial en este período histórico en el que se posicionó el reconocimiento del campesinado como sujeto político de derechos al interior del gobierno nacional y de sus órganos de decisión legislativa, no con el ánimo de buscar la aceptación del actual Estado, sino para tensionar la correlación de fuerzas a favor de la clase popular, y específicamente, en este caso, a favor del sector campesino. 2 Nombre que recibe la división territorial para los conjuntos poblaciones que viven en el campo colombiano, pero sin tener un número límite específico. 15 2 HISTORIA DEL COORDINADOR NACIONAL AGRARIO El CNA tiene sus raíces en las luchas campesinas por la tierra en el siglo XX (VEGA, 2018; CELY, 2020; PÉREZ, 2010). Estas raíces van tomando forma en diversos procesos organizativos locales y regionales, hasta llegar a la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) que nació durante la presidencia de Carlos Lleras Restrepo (7 de agosto de 1966 – 7 de agosto de 1970) para canalizar al sector campesino hacia los intereses burgueses de modernizar el capitalismo en el campo colombiano. Desde la instalación del primer congreso nacional de la ANUC, el 7 de julio de 1970, se hizo pública la intención autónoma de esta asociación y su objetivo específico de luchar por la reforma agraria. La acción principal fue la recuperación de tierras para ser trabajadas por el campesino afiliado, teniendo en la memoria colectiva unas 800 acciones de recuperación de tierra que abarcaron 984 predios recuperados hasta 1975 (PÉREZ, 2010). La distribución en Colombia de la ANUC fue en estos departamentos: La zona norte la componían Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Guajira, Magdalena y Sucre. La zona sur constaba del Amazonas, Caquetá, Cauca, Huila, Nariño, Valle del Cauca y Putumayo. De la zona oriente hacían parte Boyacá, Cundinamarca, Meta, Norte de Santander, Santander y Arauca. La zona occidental estaba conformada por Antioquia, Caldas, Chocó, Quindío, Risaralda, Tolima y la regional del Pacífico, y la regional de la Mojana entre Bolívar y Sucre, en la zona norte (PÉREZ, 2010). Además de la toma de tierras y recuperación de predios improductivos del Estado, el Mandato Agrario fue otro rasgo histórico de la ANUC y de la lucha campesina colombiana, creado el 22 de agosto de 1971. En este se expusieron los intereses de autonomía, organización y lucha agraria frente al gobierno nacional, los partidos políticos y los terratenientes, con el ánimo de garantizar la tenencia y productividad de la tierra a las mayorías campesinas que por primera vez tuvieron una estructura organizativa nacional que ayudó a cumplir sus intereses comunes de sujetos subalternos. Aunque el mandato agrario no se convirtió, ni fue su intención, en un proyecto de ley, se puede identificar el interés común del campesinado: La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia es una organización autónoma, de campesinos asalariados, pobres y medios, que luchan por una reforma agraria integral y democrática; por la reivindicación 16 del trabajo agrícola, por la elevación de su nivel de vida económica, social, cultural y el desarrollo pleno de sus capacidades. Esta organización entiende que para superar el atraso económico del país y lograr el bienestar general del pueblo colombiano es necesario romper las actuales estructuras de dominación interna y externa que han beneficiado a una reducida clase explotadora. Esto solamente se logrará mediante la lucha organizada permanente del campesinado colombiano con la clase obrera y demás sectores populares comprometidos con el cambio estructural y la liberación total de nuestra patria de toda forma de dominación o coloniaje. (PÉREZ, 2010, p. 41). Cabe resaltar que la construcción de empresas comunitarias en los territorios recuperados fue una estrategia fuerte de la ANUC, que permitió recibir la asistencia técnica agrícola y pecuaria que el Estado daba a través del extinto Instituto Colombiano de Reforma Agraria (INCORA) y del banco estatal, Caja Agraria. Así mismo, la unidad con otros sectores sociales fue otro pilar fundamental del quehacer político de la ANUC al establecer puentes con el pueblo indígena, sindicatos y estudiantes que dio frutos en la movilización y en la consecución de los congresos nacionales, un ejemplo de movilización son los paros hechos en Arauca y en Norte de Santander en la década de los ochenta. La junta directiva de la ANUC decidió que, a partir del tercer congreso, participaran amplias delegaciones departamentales y municipales junto a los delegados con voz y voto, para prevenir la represión militar que el gobierno nacional de Misael Pastrana (1970-1974) impuso a los eventos democráticos de la asociación de usuarios campesinos. Figura 1. Movilización de la ANUC Fuente: (2023) 17 En la década de los ochenta hasta los noventa, la ANUC decayó en su movilización por culpa de la represión estatal y paramilitar del gobierno nacional y por las divisiones al interior de la ANUC, a causa de los conflictos entre las tendencias de la izquierda colombiana. Sumado a todo esto, la década del noventa llegó con las políticas neoliberales que, al igual que en toda Nuestra América, privatizaron entidades como Banco de Bogotá, Terpel, Colpatria, en el territorio nacional. Junto a esto, los Tratados de Libre Comercio (TLC) hicieron parte de este nuevo período de la economía mundial que se caracterizó por la importación de alimentos con beneficios económicos que empobrecieron a los pequeños y medianos agricultores/as. Además, el narcotráfico impuso los cultivos de uso ilícito al campesinado y comunidades empobrecidas del campo, convirtiéndolos en un eslabón de esa agroindustria y de las violencias que desató en el país (DeJusticia & IEI, 2019). Otro factor importante fue la crisis cafetera mundial que golpeó a Colombia y a Brasil, potencias de Nuestra América en la producción de este grano, ya que en el primero hizo parte de los renglones principales de la economía nacional. Tanto así que el presidente de la Federación Nacional de Cafeteros ganaba más sueldo que el presidente3. Esta crisis cafetera se caracterizó por la proliferación de la roya y la broca, dos enfermedades que dañan el grano del café, generando pérdidas económicas a las familias campesinas, que aumentaban la deuda con los bancos y cooperativas que poco a poco fueron llevando a la miseria a estas comunidades cafeteras. Es así como entre los años 1994 y 1995 se realizaron las marchas cafeteras y asambleas cafeteras, a la par que se dialogaba con el Estado para encontrar soluciones a la crisis de los caficultores. Entre estas movilizaciones se destaca el paro cafetero realizado en el municipio del Líbano, Tolima, en el mes de febrero de 1995, donde se reunieron 8.000 campesinos y campesinas. En junio del mismo año, se desplazaron para la capital tolimense, Ibagué, y allí permanecieron 62 días articulados al paro nacional cafetero.4 El líder campesino Camilo Rodríguez provenía de las luchas de la ANUC realizadas en el norte del Tolima. Fue uno de los propulsores de la Asociación de Pequeños y Medianos Agricultores (ASOPEMA), que surgió durante el convulsionado paro cafetero y ya no existe. Fue así como ASOPEMA, la Asociación Campesina de Antioquia (ACA), la Asociación Campesina del Centro del Valle (ACACEVA), que ya no existe, dieron los primeros pasos en el paro nacional cafetero, junto a la Asociación Cafetera de ANCERMA (que tampoco existe) 3 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 4 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 18 y ASOAGRARIA del departamento del Huila (hoy no existe) fueron al mismo tiempo las organizaciones campesinas precursoras del CNA. El CNA ve la luz en el Primer Foro Nacional Agrario entre el 19 al 22 de febrero de 1997, acordando la consigna “por la defensa y recuperación del campo colombiano, vida digna y soberanía popular”. Alimentada por las banderas principales de reforma agraria integral y democrática, defensa de la producción nacional y la defensa de los derechos humanos. Se realiza el segundo Foro Nacional Agrario en octubre de 1998, en el que se abordan los siguientes temas: la tenencia de la tierra como un factor estructural; la incidencia de la apertura económica en el sector agrario; la situación cafetera; la economía campesina y su importancia; las características de la producción campesina; los cultivos ilícitos y el medio ambiente.5 A este proceso constitutivo se suman la Federación Agrominera del Sur de Bolívar (FEDEAGROMISBOL), el Comité de Integración del Macizo Colombiano (CIMA), la Asociación Departamental de Usuarios Campesinos de Arauca (ADUC), que siguieron dando forma al CNA desde las asambleas nacionales y movilizaciones locales y nacionales.6 Se destacan, en este relato del nacimiento del CNA, los perfiles de los liderazgos nacionales provenientes de diferentes realidades territoriales y culturales. La juventud fue un rasgo característico, las lideresas también fueron parte importante en la construcción de la propuesta de país, al igual que aquellos líderes que eran docentes en escuelas y colegios rurales en el macizo colombiano y no se puede olvidar a aquellos que provenían de Arauca con toda su mística revolucionaria nacida de la colonización campesina en este territorio fronterizo, como también los aportes del campesinado proveniente de las ciénagas y minas artesanales del sur de Bolívar. 2.1 ¿Cómo se articula el CNA con el Congreso de los Pueblos? El CDP es un movimiento social y político que nace de las movilizaciones de los pueblos indígenas y campesinos del sur occidente colombiano y que en el 2004 realizaron la Minga por la Vida, la Justicia, la Alegría, la Autonomía y la Libertad de los pueblos, en la ciudad de Cali (capital del departamento del Valle del Cauca). Allí se construyó el Mandato 5 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 6 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 19 Indígena y Popular. Dos años más tarde, se realizó la Cumbre de las Organizaciones Sociales para denunciar los ataques de la fuerza pública en los territorios indígenas, afros, campesinos y contra el estudiantado. Para el 2008, se juntaron sindicatos y pobladores urbanos bajo la Minga de Resistencia Social y Comunitaria cuyo objetivo fue caminar la palabra en el territorio nacional. Este proceso dio como resultado la instalación del Congreso de los Pueblos, en octubre del 2010 en la Universidad Nacional de la ciudad de Bogotá, para construir entre estos procesos rurales y urbanos la propuesta de país para la vida digna (CONGRESO DE LOS PUEBLOS [2021]). Al CDP lo caracterizan los siguientes métodos de organizarse y construir el poder popular en los territorios, que, sin importar el orden, todos se articulan orgánicamente en la práxis cotidiana de sus miembros: la legislación popular y autónoma desde abajo construye mandatos populares, estos son la guía de acción diaria que busca materializar la vida digna y a su vez sirven como propuestas para debatir/exigir a la institucionalidad que cumpla los acuerdos llegados con las comunidades y la materialización integral de los derechos. La unidad con otros y otras, abre la participación de personas y colectividades que quieran ser parte de la transformación del país y estén de acuerdo con la construcción de la vida digna desde y para el pueblo. En sintonía con lo anterior, el CDP se concibe como una propuesta política organizativa de sociedad que responde a las luchas de cada territorio, conservando el sentido de amplitud y diversidad que yace en la naturaleza de los pueblos y sus procesos organizativos; la diversidad enriquece el debate político, la visión del país y cualifica políticamente. Estos rasgos característicos se relacionan también con el carácter autónomo de mandatar, legislar y ordenar el territorio desde lo popular y desde la visión transformadora, que implica no pedir permiso al Estado ni a ningún gobierno, con quienes, por el contrario, las relaciones son de deliberación y exigencia (CDP, 2015). Con todo lo anterior, hay que exponer los ejes donde se soporta la propuesta de país del CDP: Tierra, territorio y soberanía; economía para la vida y contra la legislación del despojo; construyendo poder para el buen vivir; cultura, diversidad y ética de lo común; vida, justicia y caminos para la paz; integración de los pueblos y globalización de las luchas. En relación con el eje de tierra, territorio y soberanía el CNA aportó en la construcción del congreso temático del mismo nombre con su propuesta de campo y territorio, reflejándose en los mandatos populares de este encuentro nacional, realizado entre septiembre y octubre del 20 2011, en la Universidad del Valle, ubicada en la ciudad de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca. Los mandatos construidos fueron: mandato de tierras, mandato minero energético, mandato de agua, mandato de identidad, saberes y cultura, mandato de economías propias y soberanía alimentaria, mandato de territorios y procesos urbanos, mandato sobre guerra y conflicto. Figura 2. Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías fuente: (2023) Lo dicho hasta aquí supone que el CNA alimenta desde el sector campesino y sus matices provenientes de la diferencia territorial, la propuesta de sociedad que encarna el CDP. Además, organizativamente el CNA también participa como un miembro más en el equipo de vocerías, las comisiones de trabajo, procesos de formación político-ideológica y agenda de movilización nacional y regional del CDP, dejando claro que no se cierra la puerta a otros procesos organizativos campesinos que quieran ser parte del CDP sin tener que pasar por la articulación con el CNA como si este fuera una especie de filtro. Vale la pena mencionar que el CNA también posee una estructura organizativa propia con la Asamblea Nacional como el escenario principal de decisión política a corto y largo plazo. 21 En este escenario también se escogen los miembros de la Junta Nacional, conformada por delegados/as de los procesos organizativos territoriales, en los que, a su vez, se elige la junta directiva que está al tanto del desarrollo del plan nacional mandatado en la asamblea nacional. El CNA cuenta con las secretarías temáticas que materializan los ejes del plan de trabajo nacional, las cuales son el bloque de secretarías de mujeres, jóvenes, comunicaciones, formación, investigación y pensamiento propio, el bloque de secretarías de tierras, interétnica, minero-energética, cultivos de uso ilícito, economía propia, el bloque de derechos humanos, guardia y paz y el bloque de secretarias sobre el tema organizativo y relacionamiento internacional Con esto último, se exponen estructuras organizativas paralelas entre el CNA y el CDP, pero se desarrollan juntas de forma armónica, pues los planes de trabajo se interalimentan en los territorios, porque coexisten los procesos organizativos no agrarios con los del CNA, haciendo actividades y movilizaciones conjuntas dependiendo de la coyuntura o del carácter mismo de la actividad o movilización. Por ejemplo, en la escuela política nacional que impulsa el CNA participan miembros de otros procesos no agrarios que están en el CDP para aportar su experiencia y conocimiento en un tema específico (comunicación popular, derechos humanos o lucha anti-patriarcal), así como los/as comunicadores/as populares que tiene el CNA aportan en la construcción del plan comunicacional nacional del CDP. Desde la consecución de la séptima asamblea nacional del CNA, en el municipio de Saravena del departamento de Arauca (departamento fronterizo con la República Bolivariana de Venezuela) que se hizo del 16 al 20 de noviembre del 2021, el objetivo de esta asamblea fue el fortalecimiento de la estrategía política, organizativa e ideológica y encontrar mejores vías que articulen el accionar político del movimiento popular colombiano. Entre las banderas políticas del CNA se reafirmaron la reforma agraria integral y popular, la soberanía nacional, los TECA, la guardia campesina. Otros objetivos específicos de la asamblea fueron: ganar mayor articulación y cohesión en el CNA; actualizar y sistematizar la plataforma de lucha y el plan acción nacional (teniendo en cuenta las conclusiones y el balance de esta asamblea); y reestructurar todos los órganos de conducción nacional. Después de la asamblea, continuaron las agendas de trabajo en los ejes de lucha: modelo minero-energético, agroecología, derechos humanos, participación institucional, movilización, articulación internacional, economía propia, formación y comunicación (en este 22 eje se acordó seguir con la escuela política nacional y la implementación de la revista La Cosecha donde se publican las posturas y reflexiones sobre las coyunturas del país, especialmente del sector agrario), las luchas de las mujeres y jóvenes campesinos, el tema sobre cultivos de uso ilícito (estado actual y propuestas para su erradicación integral con participación del campesinado) y el mismo sentido con las figuras territoriales creadas desde el Estado (parques nacionales naturales, reserva forestal, etc.) (CLOC-VIACAMPESINA [2021]).. El CNA sigue teniendo presencia en los departamentos de Nariño, Cauca, Putumayo, Valle del Cauca, Huila, Tolima, Antioquia (subregiones: bajo cauca, nordeste y oriente antioqueños), sur del departamento de Bolívar, sur y centro del departamento del Cesar, Norte de Santander, Santander, Boyacá, Arauca, Vichada, Guainía, Guaviare y Meta. La diversidad de estas comunidades abarcan desde los cultivadores tradicionales, mineros artesanales, pescadores y habitantes de ciénagas, habitantes de páramos, cultivadores de hoja de coca, pequeños ganaderos, cuidadores de semillas autóctonas, presidentes de JAC en veredas, pequeños caficultores, trabajadores rurales, campesinas cabezas de hogar, jóvenes campesinos estudiantes universitarios y también se encuentran desde personas sin ningún estudio formal hasta profesionales, que a su vez viven en la vereda y otros que viven en la ciudad. 2.2 ¿Qué son los TECA y los Planes de Vida? En la cuarta asamblea nacional del CNA, realizada en noviembre del 2013, se acuerda fortalecer el componente de tierras y territorios con el ordenamiento popular y comunitario del territorio por medio de los PV, los TECA (llamados primeramente zonas agroalimentarias) y la defensa del campesinado como sujeto social, histórico, político y cultural. En ese orden de ideas, los PV son: Pensamiento colectivo y autodeterminación comunitaria que guían nuestra acción colectiva para garantizar la permanencia en el territorio y caminar hacia la vida digna. Los Planes de Vida brotan como fuente de conocimiento y acción propia, como articulación de caminos propios que llevan ritmos distintos y no como lo hacen las políticas de Estado y los Planes Nacionales de Desarrollo destruyendo todo a su paso. (CNA, 2015, p. 13). [...] expresan el pensamiento de la comunidad, nuestra historia, nuestro presente y la visión de futuro que tenemos para nuestros territorios. Son la manera como las comunidades determinamos el ordenamiento territorial propio de acuerdo con nuestra identidad, cultura, necesidades, sueños y 23 esperanzas de buen vivir. Por ello parten de nuestra historia, de la realidad, del conocimiento y el saber popular, de las problemáticas y necesidades concretas que tenemos en nuestras comunidades y territorios. (CNA, 2015, p. 13). Si bien es cierto se tiene presente la diversidad de experiencias y realidades territoriales que hay al interior de los procesos organizativos que constituyen al CNA, hay unos elementos básicos que se deben tener en cuenta para el ordenamiento territorial propio: definición de ejes del PV, un diagnóstico territorial, planeación de vida (¿qué queremos para el territorio?) y formas de gobierno propio (CNA, 2015, p. 14). Tanto la definición de los ejes como la pregunta sobre qué se quiere para el territorio, podría juntarse en un solo eje porque la respuesta a esa pregunta evidencia las problemáticas que deben convertirse en una hoja de ruta. Así lo muestra el Plan de vida, agua y dignidad del TECAM: 1) Agua y medio ambiente: “En estos 20 años debemos aprender y enseñar a reforestar las nacientes del agua, el corazón y el cerebro”. 2) Agricultura, producción y protección de semillas: “En estos 20 años debemos aprender y enseñar a trabajar una agricultura que cuide a la gente, a la tierra, al agua y al medio ambiente”. 3) Salud y vida saludable: “En estos 20 años debemos aprender y enseñarnos a tener ambientes saludables que contribuyan a nuestro bienestar”. 4) Educación y formación campesina: “En estos 20 años debemos trabajar para que los campesinos y campesinas tengamos una educación que nos haga sentir orgullosos de ser lo que somos”. 5) Fortalecimiento organizativo: “En estos 20 años debemos entregar como herencia de relevo generacional, la conquista del reconocimiento de los derechos políticos y territoriales de los campesinos y campesinas”. 6) Vida, paz, derechos humanos y memoria histórica: “En estos 20 años debemos haber hecho justicia y reparado a las víctimas del conflicto armado en el Territorio Campesino Agroalimentario”. 7) Protección y cuidado del territorio: “En estos 20 años debemos poner en práctica la consiga: la guardia campesina somos todos”. 24 8) Comunicación: “En estos 20 años debemos consolidar una estrategia de comunicaciones que exalte y valore la cultura campesina”. 9) Juventud campesina: “En estos 20 años los jóvenes deben coger tajo en las luchas campesinas”. 10) Mujer y niñez: “En estos 20 años las mujeres deben enseñarnos a luchar para la construcción de una sociedad justa y equitativa que destierre la discriminación y la violencia hacia las mujeres”. 11) Cultura e identidad campesina: “Un pueblo que no se identifica, no sabe para dónde camina” (Salamanca, 2019, pág. 88). Figura 3. Mercado campesino con cosecha de comunidades del CIMA Fuente: (2023) Este PV se fue construyendo a medida que se reflexionaban las luchas por el territorio por parte de las comunidades, sintetizando poco a poco en los debates y conversaciones en las asambleas locales, que, dentro del análisis de coyuntura y la necesidad de solucionar los problemas impuestos por megaproyectos principalmente, se iban identificando los ejes que constituirían el PV, siendo la asamblea el espacio principal de debate y decisión. Por ejemplo, 25 el primer eje de agua y medio ambiente venía desarrollándose en la práctica antes de la declaración del TECAM y del PV, a través de talleres con la niñez maciseña, construcción de acueductos comunitarios, mojoneos y pagamentos, programas en emisoras locales, procesos de formación donde abordan la cosecha y siembra de aguas, que hacen parte de las diferentes acciones de concientización comunitarias7. Las dimensiones que configuran al campesinado (productivo-ambientales; socio- culturales; político-comunitarios) (CNA, 2015, pág. 17) se expresan en estos ejes. Sin embargo, la diferencia con el resto del campesinado radica en que la intención es de gobernar el territorio, construir territorialidad y ganar el reconocimiento estatal (CNA, 2015, pág. 19) bajo un proyecto de sociedad alternativa al desarrollo (SALAMANCA, 2019, pág. 95). Así lo confirma el mismo CNA cuando empezó a debatir sobre la tenencia de la tierra, como debería tenerse y como debería usarse en la propuesta de reforma agraria, integral y democrática, defensa de la producción nacional, el bienestar del campesinado, la soberanía alimentaria, la autodeterminación de los pueblos, la defensa del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Todo girando en torno a la vida como eje principal a finales de los noventa. 8 En el mandato agrario construido con otras organizaciones campesinas en el Congreso Nacional Agrario del 2003, se acordó incluir el derecho a la vida, el derecho a la tierra, territorio y territorialidad. En las sucesivas asambleas nacionales del CNA en el 2009 y 2013 se reafirman la reforma agraria, integral y democrática, la construcción de PV y la articulación con los pueblos indígenas y afros dentro de la lógica de construir territorios interétnicos (el mundo rural colombiano se destaca por la coexistencia de figuras territoriales diferentes en un mismo territorio lo que obliga al relacionamiento de estos pueblos y el intercambio de los logros políticos, económicos, sociales, culturales entre sí) y se decide primeramente crear zonas agroalimentarias pero en esa asamblea nacional se acuerda el nombre de TECA, teniendo como sujeto de su construcción al campesinado, incluyendo al mismo tiempo la lucha por el reconocimiento del campesino/a como sujetos políticos de derechos por parte del Estado colombiano. 7 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Robert Daza. 8 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 26 Después de la asamblea nacional se hicieron talleres en los territorios para pulir los principios, los mecanismos de declaración, se elaboraron cartillas (CNA, 2015) tratando de sintetizar las diferentes percepciones de las organizaciones del CNA sobre los PV y los TECA. Fue así como el CIMA y las comunidades macizeñas participan y apropian los resultados de este proceso formativo y deliberativo para ser los primeros en declarar el TECA, seguidos de las comunidades campesinas, indígenas y afro del departamento de Arauca, quienes declararon los TECA Vida y Soberanía Popular (municipio de Saravena), Territorioio Piedemonte Araucano (municipio de Fortul), Laguna de Lipa y Resistencia Popular (municipio de Arauquita) y Defensores de la Vida y la Agricultura (municipio de Tame). En este punto utilizo lo planteado por Zibechi sobre las sociedades-otras en movimiento (2017) cuya piedra angular es su carácter doble de resistencia/creación, la reproducción de la comunidad y la familia, el protagonismo de las mujeres y la juventud y el poder local de la comunidad étnica (para el caso del TECAM, la comunidad campesina macizeña). Sobre este último, no se puede tomar literalmente la afirmación como pueblo afro o indígena pues el actor de la investigación es el campesinado. El campesinado del TECAM viene construyendo, desde una figura territorial propia, formas de autoridad territorial que parte de una base cultural común (ZIBECHI, 2017, p. 25). Continuando con la explicación de los elementos teóricos también se toman los poderes propios y la actitud anti-colonial. Lo anterior se expone, de manera particular en el TECA, en su carácter estratégico cuando se refiere al reconocimiento del campesinado como sujeto político de derechos que puede gobernar su propia territorialidad, porque aporta a la economía nacional y mundial bajo relaciones de solidaridad y buen vivir, buscando configurar otro tipo relaciones de producción a las que impone el capitalismo. Además, los TECA son una barrera contra los megaproyectos minero-energéticos que impulsan las multinacionales para saquear y mercantilizar los bienes naturales al tiempo que destruyen el territorio y las comunidades. 9 En esa medida, los TECA son un instrumento político que se destaca por: ser un instrumento campesino para organizar-reconstruir el territorio, permitir el acceso a la tierra, ayudar a desarrollar los factores productivos de la economía propia, prevenir los conflictos por el uso del suelo y permitir resolver los que se presenten, planificar el uso y consumo en los espacios rurales, garantizar la soberanía alimentaria, mejorar las condiciones de vida de las 9 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 27 comunidades de las ciudades, basarse en la agroecología para sembrar, producir, procesar y compartir los alimentos.10 Esta caracterización del TECAM se relaciona con la forma de entender la autonomía de los pueblos en plural. Zibechi (2017) también explica que hay diferentes niveles de autonomía y tipos de autonomías acordes con la diversidad de movimientos sociales, de las comunidades, por lo que el ideal de autonomía es construirla de manera integral, pero por ser ideal, no existe la experiencia capaz de ser el modelo. Por el contrario, existen ejemplos como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, la Central Cooperativa de Servicios Sociales de Lara (CECOSESOLA), el Movimiento de Trabajadores/as Rurales Sin Tierra, de tipos de autonomía alcanzados por la lucha y organización comunitaria. Aunque existan diferentes formas de autonomía, hay tres características principales que son comunes a las experiencias mencionadas anteriormente: la construcción a largo plazo, la administración de la vida cotidiana y los espacios propios (ZIBECHI, 2017, p. 11). El TECA construye su autonomía como territorialidad campesina del CNA. Sus realidades concretas contienen la capacidad dispersadora del poder estatal-institucional vigente (ZIBECHI, 2006, p. 151) dentro del movimiento pendular que esto implica cuando el conflicto está presente en la relación de lo que Zibechi llama “sociedades-otras” con el Estado. De donde resulta que el Estado busca configurar sus propios espacio-tiempos y para lograrlo necesita deconstruir los espacio-tiempos de las “sociedades en movimiento”, resultando un choque de intereses-territorialidades que abarca todos los aspectos de la sociedad (ZIBECHI, 2006, p. 151). Exponiendo, como parte de este paisaje, al Estado como actor de división, cooptación y dominación para consolidar la hegemonía capitalista y, del otro lado, a las comunidades, con sus “sociedades-otras”, deconstruyendo la dominación, uniendo a sus miembros y construyendo la hegemonía-otra desde abajo. Para terminar, se resalta que esta figura territorial campesina apuesta por la paz con justicia social y está en permanente articulación con las luchas agrarias de Nuestra América y del mundo, por medio de La Vía Campesina, plataforma mundial de lucha campesina que ayudó a nacer el CNA. 10 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Germán Bedoya. 28 Actualmente, en el país hay 8 TECA distribuidos en los departamentos de Cauca y Nariño (el TECAM y tres propiamente en Nariño), otros cuatro TECA en el departamento de Arauca (con un total aproximado de 5.000 hectáreas entre los 08 TECA) y se proyectan declarar en los departamentos del Huila, Meta, sur de Bolívar, nordeste y bajo cauca antioqueño, norte del Tolima, Santander y norte de Santander. Mapa 1. Proyección de los TECA en el país Tomado de: (MUÑOZ, 2017) 29 3 TERRITORIO CAMPESINO AGROALIMENTARIO AGROAMBIENTAL DE VIDA, AGUA Y DIGNIDAD EN EL NORTE DE NARIÑO Y SUR DEL CAUCA O TECA DEL MACIZO La información brindada por Nicolás Muñoz (2017) ha hecho posible conocer la realidad de la macro región del Macizo colombiano, que se caracteriza por ser fuente de agua dulce para el 70% de la población colombiana. Allí nacen 65 cuerpos lagunares de donde nacen los ríos Magdalena, Cauca (estos dos atraviesan el país y desembocan en el océano Atlántico, al norte del país), Caquetá, Patía, Putumayo y Saldaña. El macizo se localiza en la zona altoandina donde la Cordillera central se divide en las cordilleras central y oriental, con una extensión de 4,356.228,87 ha integrado parte de los departamentos de Cauca, Nariño, Putumayo, Caquetá, Huila, Tolima y Valle del Cauca. Al norte limita con el río Quindío, al oriente con el municipio de Rovira, Tolima; al occidente con el río Juanambú (municipio de Taminango, Nariño) y al sur con la parte inferior del municipio de Mocoa, del departamento de Putumayo (MUÑOZ, 2017). La economía de este territorio, recae en la agricultura de pequeña y mediana propiedad, donde se destacan los cultivos de maíz en el clima templado y frío. Es así como en el clima de páramo se da la papa y en el cálido la caña de azúcar, el plátano, la yuca y el maní junto a la ganadería en menor escala, distribuidos en los 81 municipios que constituyen esta macro región del suroccidente colombiano. Así mismo, la población se divide en resguardos indígenas, comunidades indígenas civiles (Yanaconas) y propiedad campesina distribuidas en dos formas: el modo de vida urbano y modo de vida rural. En el territorio urbano su población es mayormente mestiza y afrocolombiana. A diferencia del área rural, allí viven básicamente comunidades indígenas y campesinas (MUÑOZ, 2017). Al TECAM lo constituyen 16 municipios (catorce de Nariño y dos del Cauca): Arboleda, Belén, Buesaco, Chachaguí, Colón, La Cruz, San Bernardo, San Lorenzo, San José de Albán, San Pablo, San Pedro de Cartago, Taminango, Tablón de Gómez; del Cauca son Florencia, Mercaderes y algunos corregimientos de Bolívar. En la economía de esta parte de la macro región, se destaca la producción de café (66.63% de los predios) en áreas de minifundio. Dos sub-cuencas del Río Patía: la cuenca del Río Juanambú y la cuenca del Río Mayo surten los riegos para este cultivo. En ese sentido, el mayor consumo de agua es utilizado para el sector 30 agrícola (45.6%), seguido por el consumo humano y uso doméstico; en menor medida por el sector servicios y el sector pecuario (MUÑOZ, 2017). La cuenca del río Juanambú atraviesa los municipios del TECA: Albán, Arboleda, Buesaco, Tablón de Gómez, San Bernardo, San Lorenzo, San Pedro de Cartago y Taminango. La cuenca del río Mayo comprende los siguientes municipios del TECA: La Cruz, La Unión, San Lorenzo, San Pablo, Colón, Taminango, Belén, San Pedro de Cartago, Mercaderes y Florencia (Cauca). Como el 80% de los ingresos provienen de actividades agropecuarias, se presentan bajos procesos de transformación industrial e informalidad comercial, la industria manufacturera solamente se presenta en el municipio de Belén con la industria del cuero (MUÑOZ, 2017). Mapa 2. Territorio Campesino Agroalimentario del Macizo Tomado de: (JÍMÉNEZ, 2018) 31 Luego de transitar por el territorio del Macizo, vale la pena recordar el antecedente que dio vida a la propuesta del TECA como parte de la visión integral de este territorio del suroccidente colombiano. Ya que ese contenido político y organizativo campesino nace por la necesidad de defender todo aquello que sustenta la sobrevivencia de todos los seres vivos y, a su vez, imprime de nuevos sentidos a la naturaleza que rodea aquellas comunidades convirtiendo el hecho de vivir en una relación cíclica de preservación, agricultura y propuesta de país. Es así como el Congreso Nacional Agrario realizado el 07 y 08 de abril del 2003, primer encuentro de unidad de las organizaciones campesinas, indígenas y afrocolombianas nacionales y locales (exceptuando la participación del movimiento agrario conocido como Salvación Agropecuaria porque estaba en desacuerdo de abordar los temas de la Reforma Agraria y Derechos Humanos -hoy en día se conocen como Dignidades) arrojó el Mandato Agrario como el primer esfuerzo colectivo de los pueblos rurales para tener la hoja de ruta política que fortalecería las movilizaciones en defensa del territorio (MUÑOZ, 2008, p. 32). Se reconoce entonces que sus 14 puntos abarcan una propuesta de mundo rural dando pie a la autonomía como pueblos rurales a ser gobierno en sus territorios y es como en los siguientes puntos se expresa interés político: “Ante la ausencia de acciones del Estado, los campesinos, afrodescendientes e indígenas adelantarán la reforma agraria de hecho” (punto 4); el punto 11 se refiere al derecho de gobernar autónomamente los territorios; el punto 9 habla del campesinado como sujeto político de derechos; identificando que el conjunto del mandato busca construir un nuevo ordenamiento territorial adecuado a la realidad de los pueblos que viven en la ruralidad (MUÑOZ, 2017, p. 34). Otro precedente reposa en los mandatos acordados en el Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías hecho entre el 29 de septiembre y 03 de octubre del 2011, como parte de los encuentros acordados a partir de la instalación del movimiento social y político Congreso de los Pueblos en el año anterior. En este congreso centrado en el territorio, también se discutieron y acordaron un conjunto de ejes que ayudarían a proyectar organizadamente la movilización de las comunidades. El eje de “Tierras (Uso, acceso y propiedad), redistribución, resistencia, recuperación, retorno, reubicación” lo conforman siete puntos, uno de ellos dice así: 32 Ejercer la soberanía popular en nuestros territorios mediante la construcción de gobernabilidad propia y autónoma, a través del ejercicio de autoridad con la creación de sistemas de educación, de salud, ambiental, jurídicos, legislativo y económicos propios. Las propias comunidades y sectores populares ordenarán sus territorios conforme a sus planes de vida, planes de manejo y su cosmovisión. (Memorias CTTS, 2011, p. 34). En ese sentido, el punto seis también fue abono de los TECA porque: Una verdadera reforma agraria soberana y popular impulsada y construida por los pueblos, que garantice el control, la tenencia y el uso de la tierra y el territorio a las comunidades de campesinos, indígenas, afros, mujeres y demás sectores urbanos y populares. (Memorias CTTS, 2011, p.34). Junto a otros ejes se consolidaron un conjunto de nueve mandatos para sintetizar las luchas y apuestas políticas. Los mandatos cuatro, cinco y seis giran en torno a la autonomía, gobierno propio, defensa de los bienes comunes y recuperación del territorio que históricamente ha sido disputado por el modelo capitalista en Colombia. (Memorias CTTS, 2011, p.25) Este recorrido va siendo alimentado por el trabajo de los procesos en sus territorios, cuya práctica implica una materialización de esa figura territorial no formal ni legal, pero que sí conllevó a oficializarla en la cuarta asamblea general del CNA, en San Lorenzo, Nariño, en noviembre del 2013. El objetivo fue: Adoptar los territorios campesinos agroalimentarios (TECA) como estrategia de construcción territorial campesina. (MUÑOZ, 2017, p. 40) Con este mandato, cada proceso agrario sigue impulsando el territorio campesino a partir del avance organizativo, del contexto cultural y del nivel de tensión en el conflicto social y armado del territorio, pues así como el CIMA logró instalar el TECA del Macizo, en otros territorios no se ha logrado instalar por alto grado de vulneración que tienen las comunidades por el conflicto armado como en el Catatumbo, donde el Comité de Integración Social del Catatumbo –CISCA- no lo ha instalado, al igual que los procesos agrarios del Magdalena medio, donde el paramilitarismo ha tomado diferentes nombres, pero no ha cambiado su interés de ocupar y controlar el territorio. El conocer el TECA del Macizo incluye sin duda el conocer la comunidad que habita este territorio, el conocer sus prácticas culturales que forman a este sujeto campesino. Ya que su aporte a la cultura campesina es también clave en la consecución de la figura territorial de 33 carácter campesino y popular; por eso el trabajo de Soraya Garzón (2018) es vital para entender este aspecto del campesinado nariñense. La autora identifica dos discursos reproducidos al interior del CIMA-CNA: La afirmación del carácter soberano de las comunidades campesinas sobre el área geográfica que habitan y la otra afirmación del carácter sagrado de los elementos de la naturaleza y el paisaje (GARZÓN, 2018, p. 309). El primer discurso refleja que el campesinado es el legítimo dueño y protector del territorio que ha habitado históricamente, siendo el potencial político de donde arrancan las relaciones sociales con la naturaleza de equilibrio y respeto. El segundo discurso, afirma el carácter sagrado de toda la naturaleza que sacraliza los elementos de esta, como el agua, la tierra, las semillas o el aire al verlos como bienes sagrados y bienes vitales; con otros elementos del paisaje como cerros, lagunas o cascadas son representados como entidades espirituales con los que se establecen relaciones de obligaciones e intercambio de dones. Esto genera una relación de interdependencia vital entre la comunidad y la naturaleza que se sintetiza en el territorio. (GARZÓN, 2018, p. 312) Por lo tanto, la politización de los relatos religiosos y la sacralización de los relatos políticos están detrás de las prácticas que dan vida al TECA del Macizo, con el fin de fomentar una sensibilidad moral que se opone a los medios de acumulación por desposesión del capital privado y multinacional, siendo el extractivismo el arma principal en este territorio (GARZÓN, 2018, p. 314). Acorde con la anterior caracterización del TECAM, se expone la presencia de territorios superpuestos (AGNEW & OSLENDER, 2010) en múltiples escalas, que sustentan los conflictos históricos entre el campesinado macizeño y las políticas estatales que responden al modelo de desarrollo extractivo y privatizador del territorio. Teniendo en cuenta esto, se sustenta que el TECA hace parte de las luchas de los pueblos de Nuestra América que disputaN el espacio geográfico con el Estado-moderno, mostrando esa territorialidad estatal puede ser desafiada y al tiempo limitada y/o ralentizada por las luchas populares que incluyen territorialidades propias de hecho. 34 Figura 4. Pagamento y mojoneo Fuente: (2023) 3.1 Economía campesina, juventud campesina y gobierno propio Estos tres ejes de trabajo fueron expuestos por cuatro liderazgos campesinos del TECAM como los más desarrollados desde la declaración del TECAM en el 2016 hasta el 31 de octubre del 2020, cuando se hizo la entrevista a los cuatro dirigentes (tres mujeres y un hombre). Estos tres ejes del Plan de Vida del TECAM se desarrollan en el orden: la primera parte desarrolla la Economía propia y la segunda parte los ejes de Juventud Campesina y Gobierno propio. La economía campesina expuesta en las entrevistas tiene como base la historia, la memoria, la cultura campesina, la forma de vida comunitaria y la soberanía alimentaria para garantizar primeramente la comida de las familias, teniendo la huerta familiar el núcleo de la alimentación agroecológica, donde se siembran plantas tradicionales y se crían animales criollos como el cuy y las gallinas. Así lo explica Patricia, una de las lideresas campesinas del TECAM: Patricia: También se ha trabajado el tema de rescatar algunas comidas y semillas ancestrales que suplían como el guandul, clases de frijoles, arracacha, cidra, zapallo, con esto la gente no dependía del arroz. Otra comida 35 característica de allá es la producción de verduras, el 80% de la gente tiene el huerto con verduras, por ahí también se garantiza la alimentación de la finca. En algunas zonas del TECAM se rescatan los animales criollos como los cuys, gallinas, pero toca poco a poco ir avanzando en esa tarea, con un porcentaje bueno. Somos agrícolas, nos gusta producir, es una tradición sembrar y la mayoría de familias está mentalizada en tener la producción permanente (CITA, AÑO). Esta red de huertas familiares del TECAM garantizan entre el 70% al 75% de la alimentación en el TECAM, excepto el arroz y los huevos de gallina que provienen de comerciantes externos del TECAM y se identifican como una problemática en la economía campesina porque no se ha logrado cubrir el mercado local con los huevos de gallina criolla que crían la comunidad del TECAM ni se tiene la infraestructura para procesar el arroz y así evitar la dependencia externa. No obstante, el café es una fuente principal de plata para esta comunidad macizeña que ayuda en la subsistencia de las familias y es la base de la economía de esta parte del departamento de Nariño, ya que se vende el grano a la Federación Nacional de Cafeteros, a las cooperativas locales y privados pues aún no se tiene la capacidad de tener a las huertas caseras ni otros proyectos económicos de carácter colectivos como fuente principal de subsistencia: Robert: La economía es mayoritariamente cafetera, no de monocultivo, que va acompañada con productos para la alimentación como el plátano, yuca, maíz, frijol calima, frutales que también acompañan al cultivo de café, cría de animales, cuy, gallina. En ese sentido las familias campesinas del TECAM tienen una garantía de la alimentación. Pero hace 20 años para acá empezó una influencia de un modelo alimentario externo, la producción de huevos que nunca abastece el consumo de la gente, la mayoría de huevos va de afuera, el arroz va de afuera, la carne de pollo de granja la mayoría va de afuera, a pesar de haber gallina criolla en el territorio. El 70% o 75% de la alimentación del TECAM es producida allá y el resto es traída de afuera. Es un debate puesto allá, porque dicen que hay que ser autónomo en la alimentación, ir cambiando la dieta de arroz por otro producto de allá. (CITA, AÑO) Se imprimen unas pautas particulares en el relacionamiento entre las familias campesinas del TECAM. A diferencia de la competitividad, el individualismo y el lucro privado-familiar de la economía capitalista, el otro como sujeto cobra una importancia vital en la vida del campesinado macizeño porque se le reconoce como componente necesario para la vida en el territorio, creando un mercado de orden cerrado en la comunidad donde se sabe quién vende qué con el fin de ayudarse entre sí y no acumular riqueza. 36 Robert: Hay otra economía de orden cerrado, la venta de plátano que la mayoría es para el consumo de la zona, así que la gente de clima frío produce sus quesos viene y vende; la gente de zona cafetera compra las frutas de clima frío y las frutas del clima caliente las compran la gente del clima frío. Eso principalmente alimentarios. Lo mismo sucede con los animales, la gente que produce sus cuyes, las gallinas las sacan al mercado o en las mismas veredas las compran y en fechas especiales, como carnavales las venden, porque son fechas donde viene mucha gente y demandan animales criollos. Patricia: En las veredas la gente ya sabe quiénes tienen los productos, entonces va y le compra. Hemos intentado hacer experiencias de mercado propio, algunos se mantienen, otros no. Los espacios que tenemos de ferias con gente de los diferentes climas, donde se cambian los productos entre estas comunidades. Con los frutales hay dificultades, porque los intermediarios de Cali11 no pagan el precio justo a los productos, y uno de los grandes retos del TECAM es acopiar el comercio justo para lulo, tomate, granadilla porque la gente no las compra. (CITA, AÑO) El sentido de ayudar al otro por medio de un alimento cosechado en la huerta familiar, incorpora el por qué ese alimento es importante para vivir y el por qué llegó a ese territorio, que también incorpora la memoria acerca de las luchas campesinas que han garantizado continuar con la vocación agrícola del territorio donde está el TECAM. Este carácter integral e integrador hace que se hable de economía campesina y sea enseñada a través de las prácticas colectivas y los procesos formativos por parte del CIMA para quitarle terreno a la economía familiar (economía capitalista impuesta desde el gobierno nacional) que impone el individualismo, la competencia y la acumulación, desconociendo la cultura campesina, los trabajos voluntarios colectivos para mejorar la vereda, el cuidado de los nacederos y cuencas de ríos, la solidaridad entre comunidad y por supuesto la lucha organizada por seguir construyendo la territorialidad campesina. Cabe resaltar que las luchas campesinas alrededor del ser campesino y del permanecer en el territorio han caracterizado al campesinado macizeño, que se ve expresado en la vida alrededor del agua como fuente vital y en la vocación agrícola agroecológica que toman más fuerza en el PV y en el TECAM al ampliar la comunidad que se echa al hombro estos dos principios vitales en la vida y luchas históricas de la comunidad macizeña y por ende del CIMA: Robert: Cuidar las tradiciones, porque el campesino también es un concepto de historia, no aceptamos otro tipo de categorías que no traten a los campesinos porque eso es otra forma de desconocer todo el acumulado histórico que nosotros hemos venido construyendo y el TECA hace parte de eso, de la construcción histórica que nosotros venimos haciendo en un 11 Ciudad capital del departamento del Valle del Cauca, ubicado al sur occidente del país. 37 territorio. Por ejemplo, en el norte de Nariño, el municipio de La Unión es como un eje de comercio de otros municipios que hacen parte del TECA, porque en otra época fue un cruce de caminos y la gente empezó a establecer relaciones de comercio e intercambio, fue creciendo y hoy es un municipio comercial, haya o no haya comercio llegan. Eso fue construido por el campesinado. Cambiar el concepto es acabar ese tipo de relaciones que se han construido. La agricultura familiar es otro paquete, con los productos, principalmente hortalizas, y transformados. Estamos en la tarea del rescate de las semillas, transmitirles a los niños cómo llegó el café a la zona, pero también la importancia de la yuca, porque al municipio de San Lorenzo les dicen los arracacheros. Todo ese tipo de cosas hacen parte de un conjunto del concepto de campesinado y no meramente de una familia habitante de ese territorio. Roxana: La economía propia relaciona no solo al jefe de la casa como productor, lo que sí hace la economía familiar. Esta economía propia también se hace valer desde los diferentes saberes de las mujeres con sus transformados y desde los jóvenes al transmitir esa cultura mediante las expresiones artísticas como el canto, el teatro y les gusta hacer que también fortalece la cultura campesina y economía campesina, porque la gente no sabe de dónde vienen los alimentos y qué luchas y resistencias hay en los territorios. Se ha ganado cancha como jóvenes y niños en los espacios de decisión en el TECAM y lo ha enriquecido, la apuesta es que estas generaciones se conviertan en futuros líderes.12 La economía campesina del TECAM se propone alcanzar objetivos relacionados con asegurar y proteger las condiciones para la reproducción colectiva de la vida, en medio de amenazas de despojo y destierro (CARRILLO, 2020). Además, está actualizando creativamente los saberes colectivos que el campesinado macizeño mantienen vivos al entrar en contacto con la juventud y la niñez que involucran en los proyectos económicos, pues estas nuevas generaciones traen consigo conocimientos frescos que ayudan en esa actualización. La cooperación se establece en las relaciones sociales en torno a equilibrios, no exentos de contradicciones, con el fin de reproducir la vida social. La colectividad, en este caso el campesinado del TECAM, asume la decisión de asuntos sobre esa reproducción material y simbólica que se recrea en conflicto permanente con el modelo capitalista vigente (CARRILLO, 2020). La autonomía y la autorregulación son dos características que el autor menciona en la vida comunitaria, pero en el caso del TECAM y la economía campesina no se logra aún el nivel de autonomía frente al Estado que les permita desarrollar plenamente el PV. Abordaré después la categoría de autonomía, teniendo en cuenta las menciones que se hacen sobre ella a lo largo de las respuestas de las lideresas y líder campesino. La juventud campesina y el 12 Información obtenida de la entrevista a la lideresa campesina Roxana Ortiz el 31 de octubre del 2020. 38 gobierno propio son los temas que siguen a continuación, donde la voz de Roxana es la fuente principal del papel de la juventud macizeña que vive y reproduce el TECAM. A pesar del tamaño del TECAM que abarca 14 municipios, solo en el norte del departamento de Nariño (Arboleda, Belén, Buesaco, Chachaguí, Colón, La Cruz, San Bernardo, San Lorenzo, San José de Albán, San Pablo, San Pedro de Cartago, Taminango, Tablón de Gómez, La Unión) y dos del sur del departamento del Cauca (Florencia, Mercaderes y algunos corregimientos del municipio de Bolívar) (MUÑOZ, 2017), los avances en la junta de gobierno no tienen la misma correspondencia. A este cuerpo de gobierno llegan delegados/as de todos los municipios que venían trabajando hasta el 201913, pero la pandemia del siguiente año truncó la agenda de trabajo, al igual que truncó la vida en general de la humanidad. Solo las juntas de gobierno municipal han tenido dinámica de trabajo y el caso del municipio de San Lorenzo se resalta en las entrevistas, donde a su vez se ha fortalecido el trabajo comunitario en las veredas Valparaíso y La Instancia.14 El limitado desarrollo del PV también se suma al poco avance de la Junta de Gobierno del TECAM, al ser los ejes de agua y agricultura los que más avances tiene, pues son principios de las luchas campesinas de la comunidad macizeña que históricamente impulsan desde antes de la declaración del TECAM. Pero debido también al número de municipios del TECAM y al poco equipo humano del CIMA, no se ha avanzado en el resto del PV: Robert: Hay dos ejes jalonadores del Plan de Vida (PV): el agua y la agricultura. En esos dos hay los mayores esfuerzos del TECA. En el agua, todas las acciones que se han hecho contra la minería, tratar de avanzar en la construcción de la red de acueductos comunitarios y lo que tradicionalmente se hace para conservar el agua, pero sobre todo las acciones de conciencia para que el agua siga siendo un bien común en el territorio, también acciones incluso de propaganda por las emisoras locales y también en procesos de formación no únicamente de nosotros como organización (CIMA) sino de otras organizaciones que empiezan a trabajar todo eso de cosecha y siembra de aguas, pero sobre todo de la valoración del agua independientemente de los temas que se trabajen. El otro es la producción, estamos en la tarea de organizar la red de cuidanderos o rescatadores de semillas propias, avanzar en la organización de la red, estamos con el Coordinador Nacional Agrario (CNA) en la construcción de la biblioteca de semillas, con un objetivo común, tener claridad cuáles son las variedades de maíz, frijol, cultivos de andino y otros de mayor consumo y demanda para tener la oportunidad de hacerle como un seguimiento más 13 Información obtenida de la entrevista al líder campesino Robert Daza el 31 de octubre del 2020. 14 Información obtenida de la entrevista a la lideresa campesina Patricia Guzmán el 31 de octubre del 2020. 39 técnico que nos permita a nosotros multiplicar esas semillas y posicionarlas con más fuerza en la alimentación cotidiana de la gente, incluso reproducirlas, ganarle espacio a productos que entran de afuera. (CITA, AÑO) Figura 5. Biblioteca de semillas tradicionales del departamento de Nariño Fuente: (2023) Y también por ahí derecho, empezamos a trabajar el tránsito hacia la agroecología, con personas que han trabajado este tema, hacer escenarios donde evaluar qué avances hay en agroecología y reafirmar como territorio que nosotros somos un territorio agrícola y agropecuario, que no somos un territorio para la minería y otras actividades diferentes, sino que nuestra base es la agricultura y cría de animales. El tensionamiento en la lucha integral contra el capitalismo se daría fuertemente al disputarle los escenarios de gobernanza en un territorio, al reemplazar las instituciones y actores que deciden sobre la vida de las comunidades y sobre los bienes naturales por los mandatos que construye el campesinado, además se trastocaría y suspendería el estilo de vida cotidiano que impone el capital (GUTIÉRREZ, 2017, p. 34). No digo que por el limitado funcionamiento de la junta de gobierno no se esté disputando el estilo de vida campesino, omitiendo los logros de 40 las demás prácticas colectivas en el TECAM, pero al declararse un TECA se elige el cuerpo encargado de llevarle el pulso al PV, por lo que si flaquea este equipo gobernador aparecen esfuerzos aislados y localizados de gobernanza al interior del TECA, ya sea desde comités por ejes del PV o a escala veredal, lo que se traduce en una limitada proyección política y territorial, en este caso, del TECAM. Los ejes juventud campesina, y mujer y niñez (ejes 9 y 10 respectivamente del PV vida, agua y dignidad) son transversales en los pocos años que tiene el TECAM, pues el sujeto político preponderante en la territorialidad macizeña son las campesinas y su juventud, ya que a los segundos van dirigidas escuelas de formación política, proyectos de economía campesina que van desde la siembra de alimentos y cría de animales bajo el enfoque agroecológico en las fincas hasta la elaboración de abonos orgánicos vendidos a la comunidad, con el objetivo de proyectar liderazgos campesinos del TECAM y restarle fuerza a la descampenización del campo colombiano a través de la salida de la juventud a las ciudades en busca de trabajo y acceso a la educación superior: Roxana: Desde el tema de los jóvenes también se tienen apuestas de economía que se quieren fortalecer. Ellos indirectamente hacen parte de los procesos de las mujeres. Lo que se quiere es que ellos también se piensen una propuesta económica. En algunos colectivos juveniles ya vienen trabajando la apuesta de transformados de abonos orgánicos, las biofábricas, que también es para generar ese insumo o apuesta que tiene potencial, porque en la localidad los productores no les gusta el trabajo de fabricar los abonos. Nosotros hacemos ese trabajo y les vendemos los productos orgánicos para que ellos lo apliquen, la capacitación es una apuesta para trabajarla en este tiempo. Se sigue con la identificación de lugares, con los chicos se ha hecho eso para que se empoderen: “si conozco el territorio sé que voy a defender”. Muchas veces como jóvenes, bueno, “hay un cerro por ahí pero no sé cómo se llamaba”, incluso en la misma vereda, identificamos lugares, arroyos de agua, todo lo que existe y se empoderan, muchos niños de 7 y 8 años dicen que no boten basura. Todo eso genera un apoyo mediante la economía campesina para resistir en el territorio, porque salimos del territorio casi que obligados, se maneja el extractivismo por medio de la educación también. Salimos con la convicción y decimos “regresamos”. Pero en el camino se desvía el pensamiento y se quedan en otros lados. Mediante los procesos de economía campesina buscamos que no salgan del territorio y, si salen, pues que tengan una apuesta acá, que digan: “voy a prepararme pero vengo a fortalecer lo que ya se empezó”, eso se viene trabajando desde el TECAM y CIMA también. (CITA, AÑO) 41 Por su parte, las mujeres protagonizan y proyectan proyectos económicos campesinos para vender huevos, cultivar café, sembrar plantas medicinales dentro del objetivo de defender el territorio y el agua15, así como ser protagonistas en la junta de gobierno, los comités de los ejes del PV, cargos directivos en el CIMA y dinamizadoras de las actividades colectivas de la cotidianidad del TECAM (CELY, 2020). Figura 6. Marcha en apoyo al gobierno nacional del Pacto Histórico Fuente: (2023) En esta última parte del capítulo identifico que el TECAM hace parte del horizonte interior (GUTIÉRREZ, 2017) del CIMA y de las comunidades macizeñas que, sin ser parte de esta organización campesina del CNA, también son protagonistas del TECAM, pues en sus luchas locales por el agua y el territorio tomaron forma poco a poco un tejido social que se materializó en procesos organizativos con el fin de reproducir la vida y defender los bienes naturales del macizo. Ahora el TECAM y el PV sintetizan aún más esas intenciones políticas campesinas en el macizo que en su inicio no vislumbraba la idea de crear una territorialidad propia. 15 Información obtenida de la entrevista a la lideresa campesina Patricia Guzmán el 31 de octubre del 2020. 42 Sin embargo, los problemas mencionados arriba acerca de la cantidad de municipios, la insuficiencia de campesinos y campesinas que impulsen el PV en su conjunto, la falta de proyectos económicos propios que eviten el destierro de la juventud, no permiten llevar una consolidación del TECAM de manera conjunta en los 16 municipios que lo conforman. Por el contrario, en algunas veredas de algunos municipios se focalizan tres ejes del PV, siendo el intercambio de experiencias acerca del trabajo organizativo y del PV una fortaleza en el TECAM. Es decir, toda esta territorialidad tiene una hoja de ruta en común en la cabeza, pero faltan manos para materializarla en el conjunto del TECAM. Con todo lo anterior, se lucha por generar un mundo bajo diversas pautas que abarcan la colaboración, la solidaridad, la dignidad y la reciprocidad junto a las que tensionan al capital, quien a su vez, acosa sistemáticamente como respuesta, esto se entiende como un entramado comunitario (GUTIÉRREZ, 2017, p. 35) que ayuda a la comprensión del TECAM como una forma de vida distinta e inconmensurable, proponiendo la reconstitución de órdenes de mando y acumulación impuestas externamente (Gutierrez, 2017) por otro orden sustentado en el sentido cooperativo. No obstante, los problemas y limitaciones se tienen en cuenta para el fortalecimiento del TECAM y a su vez para alcanzar las proyecciones que tiene el CNA de declarar los TECA en el país, basándose en la deliberación como medio para encontrar los puntos en común entre las diferentes formas de construir los TECA que hay al interior de las organizaciones campesinas del CNA, pero cuya ruta deliberativa no ha tomado forma. 3.2 Autonomía y soberanía La autonomía plena de las comunidades se logra cuando los ejercicios de gobierno propio logran la administración de la vida cotidiana de los sectores populares en sus territorialidades (ZIBECHI, 2017). Las experiencias de autonomía de las comunidades y pueblos organizados de Nuestra América están restringidas y permanentemente amenazadas por el sistema del capital, presente en la sociedad envolvente; en otras experiencias se toma distancia total del Estado y sus políticas sociales dirigidas a las comunidades (ROSSET & PINHEIRO, 2021). En la experiencia del siglo XXI con el advenimiento de gobiernos progresistas en donde se llegaron a acuerdos políticos entre los movimientos sociales y con estos regímenes que priorizaron las políticas sociales, sin embargo, no se divorciaron de las rentas del extractivismo, 43 optaron por un modelo basado en la conciliación de clases y medidas de contención social para incentivar el consumo a las mayorías empobrecidas (ROSSET & PINHEIRO, 2021). Esta primera ola progresista nuestroamericana desintegró, debilitó y cooptó muchos movimientos sociales (ZIBECHI, 2017). Con respecto a la soberanía, parto de la soberanía popular que tiene su origen en la revolución francesa y recae en la ciudadanía como actor diverso donde se sostienen los derechos humanos, las libertades, la solidaridad y la fraternidad junto a la voluntad de la mayoría en el rumbo del Estado (HABERMAS, 1989, p. 11). Dentro de este marco general la soberanía alimentaria (STEDILE; CARVALHO, 2011) se ratifica como uno de los objetivos estratégicos que busca alcanzar el CNA con su propuesta de país, ratificada en la séptima asamblea nacional realizada en noviembre del 2021 (CLOC-VIACAMPESINA [2021]). Figura 7. Mándala interétnica Figura: (2023) Este sentido político de la alimentación es la expresión de soberanía que también se materializa en el TECAM, no de manera explícita en el PV, pero camina junto a la agroecología, la recuperación de semillas tradicionales, con el método formativo de campesino a campesino, estando presente también como objetivo de las diversas prácticas colectivas en el TECAM. 44 Así que la definición que comparte Robert Daza sobre autonomía está forjada a partir de la lucha campesina en el macizo y la cuál es el insumo principal de este capítulo: Robert: Es la capacidad que se tiene como comunidades de decidir sobre el qué hacer en su territorio, es decir, la transformación, el ordenamiento del territorio se puede hacer desde la comunidad organizada también y precisamente eso se busca como TECAM. Le pongo un ejemplo clarito: en el norte de Nariño y sur del Cauca, las comunidades decidimos: “no se hace minería”. Ni alcaldes, ni gobernadores, ni fuerza pública, ni gobierno nacional que entre comillas son la autoridad civil en el territorio pueden hacerlo, porque hay una decisión legítima autónoma de una comunidad que vive en el territorio que dice aquí no se hace minería. Hacerla cumplir a través de la movilización, no dejar entrar a ninguna minera. Al que entre se le expulsa con movilización. Eso es autonomía, tener la capacidad de leer el contexto de un territorio, apropiarse de lo que se pueda hacer y no en ese territorio y tener una estructura organizada de esa comunidad, no de una organización. En particular ni social, ni matriz política- ideológica, ni agencia, a ONG, es comunidad la gente que habita en ese territorio, que por cierto es diversa y que está en tensión, pero igual la problemática es una sola afecta todos, ponerse mayoritariamente a decidir mire aquí se hace esto en el territorio y esto no se hace. El otro ejemplo, nosotros en el TECA, la decisión nuestra es que los acueductos en el TECA deben ser comunitarios, y un alcalde que antes de esa decisión del 2016 tenía una empresa mixta de acueducto, la movilización fue para que esa empresa retorne a la comunidad y que esa la comunidad la que maneje, puede ser junto a la administración municipal, que el agua no se convierta en mercancía, porque es un bien común. No es desligarse de una propuesta nacional, no es ponerse en contradicción con una constitución política, pero sí tener en cuenta que los derechos fundamentales consagrados en la constitución, si el Estado no los hace garantizar, como comunidad organizada tenemos ese derecho, la obligación y la autoridad para hacerlos cumplir. En la respuesta del líder campesino se menciona la Constitución de 1991 y los derechos en que está enmarcada toda la población colombiana, los cuales se hacen cumplir por medio de la movilización social. También ejemplifica por medio de experiencias de luchas contra la megaminería y experiencias de ordenamiento territorial popular, como elementos fundamentales de la definición de autonomía construida en el TECAM. Es problemática esta percepción del Estado moderno a través de la constitución política, porque se ignora su historia, raíz y carácter burgués en Colombia y en el mundo. Se denota que no se quiere transformar la estructura social vigente sino por el contrario exigir que “cumpla sus deberes para la ciudadanía” y se respete la territorialidad que construyen las comunidades 45 campesinas. Se está al frente de un debate interno del CNA acerca de la lucha política contra el Estado, la construcción de una alternativa de sociedad e incluso de construir poder popular por las líneas rojas en la normatividad vigente expuestas por el líder campesino en la entrevista, ya que en la página web oficial del CNA se menciona la acción política directa y la disputa institucional como formas de resistir las políticas neoliberales y son medios para construir el poder popular. A pesar de lo anterior, prevalece la autonomía territorial como base fundamental de la propuesta política del TECAM, que incluye la autonomía ideológica y económica. Por esto la búsqueda del reconocimiento del campesinado como sujeto político de derechos representa una síntesis de las autonomías construidas en el TECAM, pues esto acarrea que el Estado tenga otro interlocutor político que tensiona la relación conflictiva con este a través de la construcción y defensa de la territorialidad campesina, que en el fondo está impidiendo la acumulación por desposesión del capital. La articulación con las luchas campesinas del mundo ha sido una fuente valiosa de aprendizaje y crecimiento colectivo para el TECAM, el CIMA y el CNA, siendo la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina (LVC) los escenarios de estrecho relacionamiento político y organizativo internacional que posibilitan cualificar la lucha campesina en Colombia: Robert: Sirve mucho la articulación al CNA, como CDP, como CLOC-Vía Campesina, que se convierten en faros políticos, demostrar y aclarar conceptos, formación política de que son los derechos, cómo son los derechos y cómo se debe vivir en comunidad. La definición de autonomía construida en el TECAM no se distancia de las luchas campesinas e indígenas de Nuestra América, que han forjado las reflexiones y debates sobre las autonomías a lo largo de los procesos organizativos de muchas comunidades, siendo innecesario recordar estos avances en este capítulo. Indiscutiblemente el territorio y la construcción de territorialidad hacen parte de la lucha estratégica en el TECAM, pero surge la pregunta: ¿cuál o cuáles son los componentes particulares dentro de la diversidad de autonomías, soberanías en Nuestra América? Tal vez la respuesta yace en el agua, cuya trascendencia cultural y vital (GARZÓN, 2018) para las comunidades macizeñas hace que este bien común se convierta en su razón principal para organizar el territorio de manera que se protejan y reproduzcan ríos, nacederos y lagunas. 46 Figura 8. Paro nacional del 28 de abril del 2021 Fuente: (2023) 3.3 La influencia del Paro Nacional en las comunidades del TECAM Las jornadas de protestas en ciudades capitales, cabeceras municipales y vías nacionales entre los meses de abril, mayo, junio y parte de julio del 2021 en Colombia fue un parteaguas para el pueblo colombiano y para el movimiento social en su conjunto en términos de protagonismo político, reivindicaciones, logros y reflexiones para enfrentar las siguientes jornadas de movilización nacionales. Como TECAM también se participó en el Paro Nacional cerrando vías intermunicipales en el departamento de Nariño que a su vez conectan al suroccidente con el resto del país. Al respecto se entrevistaron a dos líderes campesinos del TECAM el 18 de julio del 2021 en la ciudad de Cali, capital del Valle del Cauca, en el marco de la segunda asamblea nacional popular que se realizó en la Universidad del Valle. La unidad con la juventud urbana fue un logro político de esta jornada y así lo identifican: Duby: otra gente que no se tocaba en el territorio, era apática, empieza a decir que esto es con nosotros también. No le interesaban los problemas del país, a pesar de que les decíamos que habíamos que juntarnos. Hay que resaltar el papel de las juventudes, se han levantado de manera autónoma, decir “yo 47 también ayudo a llevar la carga, apersonarnos de los problemas de la región”. Con estas juventudes nos hemos juntado, hemos venido planteando, debatiendo, para el futuro. ¿Cómo se tienen que hacer muchas cosas? Ha botado múltiples asambleas en municipios, hemos venido planeando para el futuro, que caracteriza al territorio. Es lo más llamativo de esta coyuntura. La pandemia en un inicio afecta porque lo que orientan los gobernantes de turno, alcaldes, gobernadores por mandato del presidente de la República, es que nos quedemos quietos, que todo el mundo se encierre, que todo el mundo se calle. Y lo que empezamos a ver, empieza a aumentar la corrupción, hay muchas necesidades en el campo y no se resuelven, es parte de la indignación, ayuda a acumular más indignación y sobre eso la gente reacciona. Una cosa positiva de eso, la gente sabe y reconoce en los pueblos, donde no se hace agricultura, que el sector campesino es importantísimo, se ha visibilizado el papel del campesinado por la producción de la comida. (CITA, AÑO) El territorio continúa siendo el punto de encuentro entre dos sectores distanciados antes del paro nacional, invitando a pensarse también el tipo de territorio que desean: Robert: Como TECAM les decimos: “miren jóvenes, aquí hay un antecedente de movilización recogido en el plan de vida del TECAM”. Lo colocamos como pedestal para que ellos/as se piensen el territorio no meramente de tipo reivindicativo, sino de construcción de tipo cultural. Es decir, cuál es la apuesta de arraigo que ellos tienen con el territorio, pa que no se piensen cualquier pliego de cualquier parte del mundo, sino de ahí del TECAM. Hay temas, como defensa del agua, que allí ya tiene unos avances, connotaciones y desarrollos, soberanía alimentaria, transición a la agroecología, sobre todo la propuesta de que en ese territorio la identidad que generemos sea la campesina, así sean profesionales, estudiados en universidades fuera del territorio, pero que se encuentren con su esencia cultural, porque ellos son hijos/as de campesinos/as. Y, como la escuela a ellos/as les desdibuja esa esencia cultural, el TECA le pone un polo a tierra, de donde vienen y a donde deben ir. Es una construcción que se comparte, y muchísimo de esa juventud que está en esa articulación la entienden y la toman para hacer la construcción de sus reivindicaciones en el territorio. (CITA, AÑO) En consecuencia, participan liderazgos juveniles en la escuela en construcción de acción y pensamiento campesino que se sustenta en la agroecología y tiene su sede en el TECAM. Este logro reafirma el mantener recordando el carácter político que tienen las luchas populares sin importar el sector o el pliego de negociación que se le ponga al frente del gobierno nacional, pues la construcción de territorio trae consigo la transformación de las subjetividades que participan de ese proceso colectivo: Robert: No seremos los mismos después del paro si la gente entiende que el paro es una herramienta que transforma conciencias, que sacude estructuras como lo ha hecho, que hace transformaciones, que tumba cosas. A mí me parece una cosa importante que la entendimos, nosotros de CDP, siempre veníamos proponiéndola en el escenario de luchas que se han dado en el país, nosotros/as siempre habíamos insistido que los paros y las luchas son políticas. 48 Comprender esa imagen nos quedaba difícil, trabajoso. Pero nosotros/as lo entendimos en la práctica, el tumbar una reforma tributaria es político, hacer renunciar un ministro, un consejero de Derechos Humanos (DDHH) y paz, a un comandante de policía de Cali, son cosas de tipo político. Otro cambio, producto en gran medida del paro nacional, fue la elección del primer gobierno progresista en la historia colombiana, a la cabeza de Gustavo Petro (ex militante insurgente) y de Francia Márquez (lideresa afroamericana). 49 4 ¿CÓMO ESTÁN LOS TECA HOY? Según la información obtenida en las entrevistas hechas a los liderazgos del TECAM, se pueden identificar los siguientes ejes en los que hay más avances: alimentación garantizada por la misma comunidad, actividades comunitarias de Economía campesina, procesos de formación política, organizativa y en Agroecología; teniendo como marco referencial los ejes de la protección del Agua y la Agricultura, que hacen parte del Plan de Vida Digna (13 ejes); identificando también que las mujeres y la juventud-niñez son los sectores con mayor protagonismo. Entre los problemas identificados, es notorio el avance desigual en materia de Gobierno propio en los municipios que conforman al TECAM, como el caso del municipio de San Lorenzo, donde el equipo de gobierno campesino se reúne constantemente. Aquí es necesario recordar que son 17 municipios los que constituyen el TECAM, para los cuales no hay suficientes manos que abarquen y desarrollen el PV de manera conjunta en este amplio territorio. Esto se relaciona estrechamente con la ausencia de Autonomía frente al Estado colombiano, ya que este responde al sistema capitalista y por ende su desprendimiento total depende también de la transformación de este modelo; a nivel local, pesa también la interlocución con las alcaldías, la normatividad hacia el campesinado, para crear las condiciones y garantías que permitan el buen caminar del PV. Además, el TECAM lleva seis años de vida. Lo anterior se enmarca principalmente en la ruptura radical con la lógica del capital, anteponiendo la construcción del sujeto y territorialidad campesina, dirigida a un proyecto de sociedad basada en la Vida Digna. Esto implica la deconstrucción de la ideología y culturas dominantes y de dominación, que simultáneamente abre el proceso de c